Blog dedicado a publicar traducciones al español de textos, vídeos e imágenes en árabe sobre la revolución siria.

El objetivo es dar a conocer al público hispanohablante al menos una parte del tan abundante material publicado en prensa y redes sociales sobre lo que actualmente acontece en Siria. Por lo tanto, se acepta y agradece enormemente la difusión y uso de su contenido siempre y cuando se cite la fuente.

domingo, 30 de diciembre de 2012

La difícil decisión: destruir Damasco o una breve permanencia de Asad

Texto original: Al-Hayat

Autor: Abd al-Wahab Badr Khan

Fecha: 27/12/2012





Los tres primeros meses del nuevo año serán decisivos: O se propone una solución internacional con la que se muestre de acuerdo la oposición y que sea consentida por el régimen, o Siria entrará en una espiral de varias guerras en el marco de una única guerra: entre el régimen y la oposición como ahora, entre las sectas y confesiones, entre las zonas que quieren determinar los rasgos de su futuro (kurdos, alauíes) y entre los países que se enfrentan por medio de los sirios… Todo ello en el contexto de una caída asegurada del régimen, unida a la desintegración del Estado, el desmembramiento del ejército y la destrucción del tejido social.

El informe de los investigadores de Naciones Unidas sobre el cada vez mayor talante sectario de la lucha puede sorprender a algunos o puede que se considere exagerado o ignorante de la realidad “no sectaria” del pueblo sirio, apoyándose en que el discurso de la oposición se ha mantenido limpio a pesar de la incitación de los vídeos filtrados por los shabbiha en los que había humillaciones a los símbolos religiosos mientras maltrataban a sus detenidos. Pero la “sectarización” era un instrumento del régimen ya tiempo atrás para afirmar su dominio y atraerse la fidelidad de sus fuerzas de color sectario, como quedó patente en los primeros días de la revolución, cuando comenzaron las ejecuciones sumarias de los militares que se negaban a disparar contra sus ciudadanos. Del mismo modo, la crisis se convirtió en una “lucha por la existencia” para los alauíes del régimen pues: o se el régimen se mantiene en su poder o destruyen el país. Por su parte, los otros (concretamente los suníes) se han encontrado en una situación de enfrentamiento que no esperaban que les pusiera rápidamente en la tesitura de elegir entre la muerte o la vida.

Lo cierto es que la revolución no comenzó por un impulso sectario sino que su mero estallido puso de manifestó la realidad y naturaleza del régimen y cómo no tiene interés en buscar soluciones nacionales, sino que eligió asesinar y no se preocupó por “liderar” las soluciones políticas cuando el exterior se lo sugirió antes que el interior, como tampoco vio en la pasividad de la sociedad internacional más que un permiso para seguir aterrorizando. Eso le ha permitido que la revolución se deslice hacia lo que él quería en un principio: del “pacifismo” puro y las aspiraciones de libertad y dignidad a la “militarización” forzada y las aspiraciones de recuperar Siria de su “ocupación interior” para llegar al cerco del enclave securitario donde se atrinchera el régimen en Damasco. Saddam Hussein anunció en su momento que la guerra de 2003 se detendría a las puertas de Bagdad y que la batalla de la capital la haría fracasar, para complementarla después una guerra de resistencia que echara a la ocupación estadounidense. Pero lo que sucedió tras la caída de Bagdad fue una guerra civil que llevó a Iraq a la situación actual. Naturalmente, hay una diferencia esencial y grande en el caso de Bashar al-Asad, que es la no presencia de fuerzas de ocupación extranjera y la realidad de que se enfrenta a su pueblo, pero juega la carta de la “batalla de Damasco” con la mentalidad de su homólogo iraquí y los miedos actuales giran en torno a las posibilidades de que Asad llegue a dar rienda suelta al escenario de la guerra civil sectaria.

Creen todos aquellos que conocen a Bashar y su régimen que el desplome de su hegemonía no cambiará nada de los fundamentos de su pensamiento; es decir, que luchará hasta el final, pero ¿qué final? La gran destrucción se convirtió en un “logro” para él cuando perdió la carta de la solución militar y fue imposible destruir al pueblo-enemigo. Ello ha quedado patente en Alepo y ahora se prepara para volver a demostrarlo en Damasco, con su insistencia en la violencia durante veintiún meses en los que la oposición se ha ido viendo gradualmente obligada a aceptar el reto y seguir su ejemplo, pues ha buscado la confrontación armada y la ha conseguido. Incluso, ha llegado al grado de bombardear desde el aire con barriles y bombas de racimo y de fósforo hasta llegar a los misiles Scud y ha mencionado de pasada las armas químicas. El exterior ha sido informado- según los nuevos datos- de que puede utilizar las armas químicas solo si la zona de la costa se ve amenazada, pues es a ella a la que se espera que se repliegue con quien luchó junto a él. De ello se extrae que “el repliegue” no tendrá lugar más que si pierde en Damasco o si se le ofrece una solución internacional conveniente para la “entidad alauí” en la costa. Puesto que en ambos casos no se quedará en la capital, está decidido a alcanzar el “logro” de su destrucción. Sus consideraciones se concentran en que, si se excede en la destrucción, acumulará justificaciones para romper con Siria, y ello es lo que ahora se ha convertido en su “causa”, incluso en la causa de sus dos últimos aliados: Irán y Hezbollah.
Mientras tanto, la capital sigue pidiendo “armas sofisticadas” y a pesar de las promesas no es seguro que obtengan pronto lo que necesitan para determinar el resultado de la lucha. Los países candidatos a proporcionar armas parten de que esa es la única opción que dará resultados. Los países que se espera que cubran esas armas- encabezados por EEUU- tienen miedo de la ferocidad del régimen y su alta de principios, pues la historia no ha registrado tal grado de destrucción sistemática en ningún país, ni siquiera a manos de invasores extranjeros. Les lleguen las armas o no, la oposición seguirá con su lucha sin dudar y sin temeridad también.

Las expectativas confirman que el coste de la “batalla de Damasco” será muy alto, pues el régimen hará todo para alargarla con el fin de comenzar a negociar y para no perderla con vistas a conservar lo que le queda de prestigio y obtener garantías para la secta de cara al futuro. Y aquí tenemos a Lajdar Brahimi viniendo a Damasco por tierra desde Líbano, en medio de las noticias que hablan de que lleva bajo el brazo una “solución” extraída de los Acuerdos de Ginebra en la que destacan dos ideas  que aparentan “equilibrio”, pero que en realidad son mutuamente excluyentes: 1. Traspaso de poder para comenzar con la etapa de transición; 2. Que Asad se quede después de traspasar sus poderes. Ello supone en la práctica  activar el “escenario de Faruq al-Sharaa” que era posible –a regañadientes- hace un año; es decir, antes de que se doblaran el número de víctimas de la revolución para acercarse actualmente a las 50.000, antes de que se doblaran el número de heridos, emigrados y desplazados y antes de que aumentaran las pérdidas de la destrucción de forma descontrolada. Si lo que se dice es cierto, con que a Asad se le diga que los estadounidenses y los rusos están de acuerdo en su permanencia “temporal” o “durante tres meses” después del traspaso de poder, o hasta “el final” de su presidencia a mediados de 2014 y la forma de decírselo como lo ha hecho Brahimi, dándole una receta envenenada para avivar los enfrentamientos y alargar la crisis, Asad sabe que todos sus planes estaban en lo correcto y que puede pasar a la segunda fase para empujar a EEUU y Rusia a descubrir lo que tienen guardado para la gran negociación a la que se dirige mientras negocia con el exterior y continúa con el asesinato y la destrucción en el interior.

En tal contexto, la oposición se encontrará bajo las presiones de los “amigos” y deberá adoptar una decisión difícil y ambigua: la gran destrucción o la solución política con una participación del régimen. No hay duda de que la mayoría de la oposición tiende a un total rechazo a semejante solución y también hay opositores que tienden a cualquier solución que pueda detener la violencia e impida al régimen destruir el “espíritu de Damasco” y su ciudad antigua, considerando que ello es “un precio mayor que el de la cabeza de Bashar”, pero pedirán un calendario corto para la transición y garantías relacionadas con: 1. La unidad territorial y poblacional de Siria; 2. La preservación del Estado y el ejército; 3. Traspaso de todos los poderes del presidente y su permanencia simbólica durante un tiempo muy breve; y 4. Simultaneidad del inicio del período de transición con la reestructuración activa de los servicios de seguridad. A cambio, en lo referente a Asad, una solución como esa no cambiaría el final al que se dirige. Jugará con los detalles y procrastinará al estilo de Ali Abdallah Saleh, especialmente en lo concerniente a la entrega “del arma de la élite”, mientras consigue garantías del repliegue de sus oficiales a la zona de la costa, donde es casi seguro que provocará otra batalla en colaboración con Irán y Hezbollah.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Feliz Año

Una pancarta desde Kafranbel nos felicita el año:


"Que tengáis un año en que vuestros hijos no sean asesinados, 
sino que sean bendecidos con el calor y el pan"
(Kafranbel ocupada, 28/12/2012)

jueves, 27 de diciembre de 2012

Hay... No hay

Os presentamos una palabras que han cicculado por varios grupos de Facebook a lo largo de los últimos días:

 Ali Ferzat


A todos los que estáis lejos del país,

A los que quieréis saber de nosotros y escuchar las últimas noticias,

Y preguntáis qué hay y qué no hay,

Os digo:

Frío… Hay,

Pero diesel no hay.

Verduras, carne y pollo con el encarecimiento de precios hay,

Pero gas para cocinar no hay,

Aceite y tomillo[1] hay,

Pero pan para comerlo no hay.

Niños hay,

Pero escuelas y electricidad para enseñarles no hay.

Hay tránsito y flujo de gente por la calle,

Pero transportes y gasolina no hay.

Que salgas de tu casa sin ropa lo hay,

Pero que salgas de los controles sin tu carné de identidad no lo hay.

Aviones MiG y helicópteros hay,

Pero aviones turísticos y para viajar no hay.

Francotiradores en las azoteas hay,

Pero gente en las terrazas no hay.

Shabbiha y ejército hay,

Pero policía y seguridad no hay.

Robos, pillaje y secuestros hay,

Pero tolerancia, misericordia y amor no hay.

En resumen: crisis hay,

Pero solución no hay.

Se ruega difusión para que llegue al mayor número de personas a quien interese. 

[1] Se mezcla y se macera para untar después en pan

lunes, 24 de diciembre de 2012

Sobre las masacres en panaderías

Dejamos aquí una breve entrada con la reflexión que hace Yassin al-Hajj Saleh en Facebook sobre la masacre de ayer en Halfaya y la de hoy en Talbiseh en las panaderías.

"En Egipto al pan se le llama "vida" y en nuestro país, la gente recoge cualquier pedazo del mismo que esté tirado en el suelo para que nadie lo pise, incluso algunos lo besan, pues se trata de una bendición que se besa, no se pisa. 

¿Hay peor crimen que unir el pan con la muerte después de que durande miles de años se haya relacionado con la vida y la bendición? ¿Exite un criminal más despreciable que el que mata a los que esperan frente a las panaderías?"




domingo, 23 de diciembre de 2012

Masacre en Halfaya



Texto original: Facebook
 
Autor: Samer al-Hamawi*


Pan ensangrentado 
(imagen tomada en Halfaya)



Halfaya lleva totalmente liberada de la presencia del régimen una semana. No hay presencia alguna de este. Pero Halfaya está siendo bombardeada a diario con artillería y misiles que están apostados en Deir Muharrada, el monasterio cristiano de San Jorge que el régimen ocupó hace aproximadamente un año y que ha convertido en un cuartel militar debido a su posición estratégica sobre toda la zona rural de Hama.

Después de que Halfaya fuera liberada, el régimen nos impuso un bloqueo total que nos impidió acceder a productos como la harina y nos cortó el suministor de electricidad, agua y diesel.

Hoy, en la fundación de beneficencia llamada Organización Islámica de Siria nos dieron harina y pudimos encender uno de los tres hornos del pueblo durante tres horas. La gente lleva una semana sin pan, por eso toda Halfaya se acercó al horno en masa para poder coger pan.

Un avión MiG-23 sobrevoló Halfaya, dio un giro y pensamos “se ha ido al otro lado” porque no oíamos ruido alguno, excepto el de las explosiones. Después escuchamos su ruido.

Hoy en la Organización, hubo cuatro explosiones juntas, la gente corrió a ayudar y el horno explotó. Se pusieron como objetivo directamente el lugar donde se agrupa la gente frente al horno. Había unas 150 o 200 personas y entre ellos un alto porcentaje de mujeres y niños, de edades comprendidas entre los 10 y 15 años.

Llegué al lugar de la masacre cuando aún no habían retirado ningún cadáver. Queríamos gritar “socorro, ayúdennos”. Yo y el resto de chicos que llegaron queríamos llevar a las víctimas y heridos a los hospitales en la zona rural de Hama, a Al-Tamina, a Kafarzita, a la provincia de Idleb y a Ma’rrat Hurma debido a que el hospital de Halfaya está ocupado por el ejército y han destruido todos los aparatos médicos.

Los cadáveres que hemos enterrado ahora son 69, 15 de ellos no tienen nombre porque no hemos podido identificarlos por la deformación total que han sufrido. Algunos son solo fragmentos humanos y ahora hay 25 cadáveres en los hospitales que hemos mencionado previamente. Los heridos superan los 80, la mayoría en estado grave. 

*Reportero ciudadano de Halfaya.

Netanyahu: Israel colabora con EEUU para enfrentar la posibilidad de un cambio imporante en el régimen sirio



Texto original: Al-Quds al-Arabi

Fecha: 23/12/2012


Tel Aviv (UPI): El primer ministro israelí Bejamin Netanyahu ha anunciado que Israel colabora con los Estados Unidos y la comunidad internacional para enfrentar la posibilidad de que tenga lugar un cambio importante en el régimen sirio y se ha referido al incremento de la inestabilidad de la seguridad en Cisjordania y Jerusalén Este.

Netanyahu ha dicho también al inicio de la reunión semanal de su gobierno este domingo que “seguimos el desarrollo de los acontecimientos en Siria y estos se van desarrollando prácticamente a diario; así estamos colaborando con los Estados Unidos, y junto con el resto de la comunidad internacional llevamos a cabo las operaciones necesarias de cara a la posibilidad de que tengan lugar cambios a largo plazo en el régimen, con las implicaciones que ello puede conllevar en lo referente a las armas sensibles que se encuentran allí”, en clara referencia a las armas químicas.

Netanyahu también ha hablado del incremento de la tensión en Cisjordania y la Jerusalén ocupada en los últimos tiempos, cuando han tenido lugar enfrentamientos entre los ciudadanos palestinos y las fuerzas del ejército israelí, además de que un soldado israelí fue atacado en Jerusalén el viernes pasado. Todo ello en el contexto de las valoraciones israelíes que consideran que puede estallar una tercera intifada en Palestina.

Netanyahu ha dicho que “estamos presenciando sucesos que buscan trastornar el régimen y ataques contra nuestras fuerzas”, señalando que hará una visita al liderazgo del Frente Central del ejército israelí más adelante “para ver de cerca el desarrollo de los acontecimientos y los pasos a dar para tratar cualquier posible escenario”.

Cabe destacar que fuentes israelíes informaron, tras la visita de una delegación israelí a Moscú, de que Rusia ya piensa a Bashar al-Asad su futuro “le persigue”, y ha decidido dejar de ayudar para mantener el régimen.
 
Según valoraciones israelíes, aunque se frenen las ayudas al régimen de Al-Asad, Rusia seguirá defendiendo al presidente sirio e intentando impedir que se impongan sanciones internacionales contra él, pues no ha decidido aún evacuar a sus diplomáticos y ciudadanos de Siria.

Según el periódico Maariv de este domingo, estas valoraciones se produjeron tras la visita de la delegación israelí a Moscú presidida por el vicedirector general del departamento de estrategia del Ministerio de Exteriores israelí, Jeremy Sajarov, que se reunió el miércoles pasado con el viceministro de Exteriores ruso Sergei Riabkov, y con Mikhail Bogdanov, enviado especial para Oriente Medio del presidente ruso Vladimir Putin.

La delegación israelí trató con los responsables rusos en Moscú la cuestión de las armas químicas que tiene Siria. Según el periódico, la delegación israelí mostró a los responsables rusos informes sobre lo que llaman “las disposiciones del régimen sirio para utilizar las armas químicas en caso de que se vea obligado a ello”. También informó de que expertos sirios “han mezclado dos componentes del gas Sarin que ataca a los nervios para prepararlo para ser utilizarlo y que han preparado bombas con este gas”.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Un testimonio personal

Para la publicación de un estudio titulado "The Syrian Revolution Through the Eyes of the Demonstrators", fue necesario realizar entrevistas con diversos protagonistas de la revolución.
 

Este es el testimonio de Anas (Moughli), un activista de Hama asesinado hace un mes aproximadamente bajo tortura. Data de junio de 2011 y lo recibí personalmente por correo tras pedirle que me contara su experiencia. Por ello, no existe un enlace original, pero si se desea, el texto en árabe se puede mandar previa petición.


"Viviremos con la cabeza bien alta, 
o moriremos con el pecho desnudo"




"Seguí los hechos desde el inicio de la revolución, incluso antes de que empezara la primera manifestación en Damasco, que fue la mecha que dio inicio a todas las manifestaciones aunque fue una manifestación normal y espontánea, pero con un rotundo significado, pues expresaba el rechazo a la humillación y suponía una afirmación de la dignidad.

La razón principal por la que decidí participar en la revolución fue para estudiarla y supervisar los cambios que acaecerían a las personas desde el inicio y hasta que el movimiento lograra el éxito. Es decir, pretendía estudiar cosas como hacen en las universidades de forma teórica, y esta era una gran oportunidad para verlas y participar en ellas de forma efectiva porque la historia estaba cambiando.

Al principio, supervisaba desde lejos toda la información para poder adelantar cuáles serían las etapas siguientes y fijarme en el tipo de gente que salía al inicio de la revolución en mi provincia, Hama, y cómo sus números crecían de viernes en viernes. También observaba a la gente en la revolución y el miedo que se iba transformando día a día en una fe de cambio.

Decidí después bajar a las manifestaciones porque había muchos rumores sobre la gente que participaba en ellas, los objetivos que tenían y las tendencias a que pertenecían. La única solución era participar y observarlo todo desde una mayor cercanía. Así llegó mi única participación sobre el terreno en Hama y puesto que me gusta grabar, grabé el primer vídeo de una manifestación y lo subí a Internet. Así fue cómo comencé a participar en la revolución y rompí el muro del miedo del todo.

Puedo decirte que los que comenzaron las manifestaciones en Hama eran héroes en el sentido más amplio de la palabra porque la represión era muy grande y los manifestantes eran pocos. Ello es porque el régimen es sanguinario. Me fijé en que los priumeros que salieron a las calles eran los que tenían antecedentes de carácter político con la seguridad, lo que les permitió romper el muro del miedo dada su experiencia previa con estos cuerpos. Incluso yo, si no hubiera estado antes en la cárcel o no me las hubiera visto con la seguridad no habría podido hacerme el fuerte al principio. Un amigo tenía la misma situación, pues había estado también preso y eso era lo que nos diferenciaba del resto de la gente.

Yo era optimista al inicio de la revolución y sigo así porque el pueblo sirio ha decidido cambiar y este es el comienzo del camino. El pueblo sirio se distingue por su paciencia, pero cuando se levanta por un derecho no da la vuelta sin él, porque cree en la máxima que dice que “no se pierde un derecho que se está pidiendo”.

Por eso confiaba y sigo confiando al 100% en que triunfaremos, pero el cambio no es fácil, así que hay que tener paciencia.

Como yo no iba ni voy a las manifestaciones, tenía que hacer algo para participar en la revolución y ello me produjo en un primer momento una depresión por no poder hacer nada. Así un amigo me invitó al grupo (de Facebook) [1] y comencé a participar maquetando vídeos que animaban a la revolución y sacaban a la luz los escándalos del régimen porque sé que los medios se usan para dirigir al pueblo y contribuyen a la formación de sus opiniones.

En cuanto a mi experiencia en él, fue enorme ya que supervisaba todo como te dije antes. Observaba a la gente, veía cómo cambiaban sus comportamientos con el tiempo y cómo crecía su fe en el cambio que estaba sucediendo y cómo las desgracias facilitaban que la gente se uniera y los hacían más determinados a lograr el cambio. Más aún, el mundo se dividió según creo en dos grupos: los hipócritas y los que tenían intereses, y los que querían derechos y buscaban lo mejor para el pueblo. Eso no podría haberlo sabido si no hubiera sido en estas circunstancias, ya que de hecho al ser humano se le conoce por su toma de posiciones. Así, entre grandes amigos míos descubrí posturas nada lógicas. Lo mejor es que algunas chicas son más valientes que los hombres que, por desgracia, no son hombres, sino meros varones".

[1] El nombre ha sido omitido para seguridad de sus miembros.


lunes, 17 de diciembre de 2012

Tres fuerzas organizadas... y una revolución



Texto original: Al-Hayat

Autor: Yassin al-Hajj Saleh

Fecha: 16/12/2012


Tres fuerzas organizadas trabajan para influir en la situación en Siria según les conviene: las fuerzas internacionales que actúan a través del grupo de “Amigos de Siria” que se reunió en Marruecos y reconoció a la Coalición Nacional Siria como único representante legal del pueblo sirio, lo que significa quitarle la legitimidad al régimen asadiano; la propia Coalición Nacional, que ha conformado un marco más amplio para la oposición pero que carece de cohesión interna; y finalmente el régimen asadiano, que se supera a sí mismo en su enfrentamiento con los sirios utilizando misiles de largo alcance y cócteles molotov, agotando sus medios en una guerra que eligió él mismo e impuso a sus gobernados revolucionarios. El régimen aún puede hacer mucho daño, pero desde ahora e incluso antes, no es más que una parte.

Pero hay también una cuarta fuerza, no organizada, que sigue hacia delante y no parece que las tres fuerzas organizadas anteriores puedan influir en ella de la manera que les convenga: la revolución. Y no nos referimos, cuando hablamos de la revolución, a fuerzas concretas o a un grupo de las fuerzas más destacadas, sino a una ingente convulsión social que nadie que trabaja en su marco puede dominar y que se define por un alto grado de descentralización. Su forma más destacada hoy es la resistencia violenta esparcida contra el régimen en decenas de puntos del país a diario. El cómputo total de los frentes activos de vez en cuando puede sumar centenares, aunque no actúen todos a la vez. No hay un sistema nervioso, que siente y moviliza, o una red de comunicaciones organizada para coordinar el trabajo entre cientos de grupos combatientes ni las actividades armadas y las civiles de diverso tipo (de ayuda o de comunicación además de las manifestaciones que salen cada vez que pueden, algunas de las cuales son muy críticas con los grupos combatientes locales o claramente opositoras a los mismos).

Esta estructura tan esparcida tiene la gran ventaja de impedir al régimen lograr una victoria sobre la resistencia armada; pues no hay una cabeza que pueda ser cortada o un frente concreto que pueda romperse, pero es a su vez, una “ventaja” limitada por la efectividad de la resistencia armada debido a la debilidad de coordinación y de trabajo organizado. Contribuye a ello el hecho de que gran parte de los combatientes son civiles, no disciplinados militarmente y sobre cuyo comportamiento dominan la valentía y la improvisación. Originariamente, la mayoría de los combatientes no tienen orientaciones políticas o ideológicas concretas más allá del rencor hacia el régimen y puede que la mayor parte de ese rencor sea fruto de sucesos durante la propia revolución. Pero hoy se está expandiendo entre estos grupos una tendencia a la religiosidad, especialmente al salafismo, del que es complicado valorar su grado de expansión y profundidad. Hay mucha confusión sobre este punto debido a la confluencia del ascenso real de los grupos salafistas, con la excesiva preocupación que los medios de comunicación, especialmente los árabes, expresan sobre ellos, y con las condiciones mismas de la revolución que impiden que aparezcan distinciones ideológicas o políticas entre la resistencia al régimen y una resistencia clara a las formas de religiosidad extremista, como podía observarse en condiciones más relajadas. Esto sabiendo que estas resistencias se han visto de veras aquí y allá, a pesar de todo, y de que esto preocupa a los resistentes armados, y no solo  los que participan en la revolución por otros medios.

Esto para saber dónde tienen lugar las operaciones efectivas, y para decir que no comprendemos nada importante de lo que sucede en Siria en lo referente a las fuerzas organizadas. De las fuerzas organizadas, vivas, que son la “revolución”, una fuerza mayoritaria, caótica y subversiva, seguimos sin saber apenas nada, incluidos nosotros los que vivimos aquí en el país. Esto no se debe solo al tamaño de la revolución y la ausencia de un centro o frente que tenga una autoridad unida, sino que también se debe a que ha caminado respirando al unísono desde hace 21 meses sin detenerse. No ha mostrado más que una única cara con la que se enfrenta al régimen con medios diferentes. Después de un tiempo, cuando caiga el régimen tal vez comencemos a conocer la conformación de la revolución, sus complicaciones y sus diversas y contradictorias aspiraciones. En ese momento, comenzará la revolución a distinguirse, podremos verle otras caras y entrará en nuevos marcos de lucha.

Ojalá una comprensión de esta complicada realidad que parece que va a complicarse más sea lo que ha empujado a los “Amigos de Siria” a aumentar su apoyo político a la Coalición Nacional. Parece que esto es un intento de las fuerzas internacionales y regionales organizadas de influir, por medio de una fuerza siria organizada, en la situación siria no organizada en direcciones que convengan a las fuerzas influyentes en la agrupación de “nuestros Amigos” o al menos un impedimento de que vaya en direcciones dispersas y demasiado yermas, como temen los estadounidenses al incluir el Frente de Al-Nusra sirio en la lista negra de las organizaciones terroristas. Lo que se sobreentiende implícitamente tras esto es que el régimen caerá en un tiempo no muy lejano porque no sabe cuáles son los fantasmas y monstruos que pueden quedar libres si se alarga la crisis siria.

No hace falta que uno tenga reservas por las razones que sean acerca de la Coalición Nacional (y el que escribe estas líneas no las tiene) para ver que es improbable que la coalición juegue un papel unido e influyente una vez caído el régimen, pues carece de fuerza propia y saca el peso y legitimidad que tiene de abrazar la cuestión de la revolución por un lado y de haberse ganado el reconocimiento internacional por otro. Si cae el régimen, en lo que la Coalición apenas tendrá un papel importante, esta es candidata a dividirse por distintas razones que han provocado una ruptura radical de algunos de sus miembros con el régimen, especialmente entre islamistas y no islamistas. El reconocimiento internacional está dirigido contra el régimen y para arrebatarle la legitimidad más que por un entusiasmo especial por la Coalición. Por ello, su actividad terminará con la caída del régimen. Lo más probable es que el final del régimen sea también el final de la Coalición.

En cuanto al régimen, es la tercera fuerza organizada que no seduce a nadie con las ventajas de la organización, sino que seduce por el caos y la total destrucción, El régimen asadiano ha logrado hacer de sí mismo la peor de las opciones de los sirios con diferencia, pues además de su esencia criminal, lleva consigo todos los vicios que se puedan reprochar a los otros, incluida la fabricación de “yihadistas”, el que la sociedad siria quede desintegrada y nazcan en ella odios intrínsecos, y el que se produzca una decadencia nacional general en todos los niveles. ¿Quién no está deseoso de deshacerse de tal pesadilla?

Librándonos de él nos encontramos ante un despertar doloroso no ante dulces sueños, pero no hay otra alternativa, a fin de cuentas, que el despertar doloroso.