Blog dedicado a publicar traducciones al español de textos, vídeos e imágenes en árabe sobre la revolución siria.

El objetivo es dar a conocer al público hispanohablante al menos una parte del tan abundante material publicado en prensa y redes sociales sobre lo que actualmente acontece en Siria. Por lo tanto, se acepta y agradece enormemente la difusión y uso de su contenido siempre y cuando se cite la fuente.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Siria y Palestina: una única escuela, dos pueblos unidos



Texto original: Facebook 

Autor: Iyad Kallas
 
Fecha: 22/11/2012



 “Qasim”, el pequeño desplazado a una de las escuelas de Gaza, estaba tumbado sobre el borde de una plataforma, mirando la árida tierra sobre la que apoyaba su tripita en este día gris y frío.

Uno, dos, tres… Contaba las huellas de las sillas de estudio que cubrían el suelo de la clase antes de que lo cubrieran las “pisadas” de decenas de desplazados…

Comenzó a arrastrarse para contar los restos negros y oscuros que pudo, y después comenzó a preguntarse mientras se arrastraba si el número de sillas en la clase antes de que la gente se trasladara era mayor que el número de refugiados de cara pálida o no.

Las preguntas de Qasim y su incapacidad para superar una cuenta que implicara un número mayor que el de los dedos de una mano llevó a su pequeña imaginación a volar lejos, a un mundo que no comprenden más que los niños. El sueño rosado al despertar no se había borrado en sus ojos aún cuando esos ojos color aceituna encontraron una tiza azul del color que tiene el cielo cuando su pureza no la empañan los misiles.

Qasim agarró la tiza con amor mientras sus ojos brillaban. Se levantó como los luchadores y caminó hacia la pizarra verde, se subió a la plataforma y se puso a grabar con la tiza la frase: “Palestina libre” sobre el mural, gigante comparado con su manita. Esa frase que conocen los niños de Palestina, incluso los que tienen siete años como Qasem.

“F”[1], como en Fadwa, el nombre de la hermana de Jaled, que murió en 2009 tras el bombardeo de Gaza. Aún recuerda su imagen con su vestido de flores lleno de sangre.

“L”, como en “no” [2], la palabra más repetida por Abu Qasim, acostumbrado a mirar a Qasem  mientras habla a la televisión cada día y dice: “No nos rendiremos”, “no nos arrodillaremos”, “no nos engañarán”, “no dejaremos nuestra tierra”.

“S” como en la palabra “Siria”. “El vecino antes que la casa”[3], dijo para sí mismo.

“T”, como en “tambor” [4], el único juguete que Qasim recibió en la fiesta del Sacrifico este año, junto a sus deportivas blancas que, según dice, convierten a quien las lleva en el ser más rápido de toda Palestina.

“I” como en “Por favor, Señor” [5], el himno de esperanza que Umm Qasim suspira cada mañana antes de ponerse a amasar el pan con su mantilla morada que lleva en verano e invierno.

“N”… Qasim pensó por un instante, pero no encontró ninguna letra en su diccionario que empezara por “n”, así que decidió empezar por el final de las palabras para no rendirse, como le decía su padre: “No digas no sé”. Y entonces: “Ya sé: “N” como en “olivo” [6].

La tiza tenía un bulto que no dejaba escribir esa palabra sagrada, pero en cuanto dividió la palabra Palestina en dos, la tiza comenzó a bailar rápidamente con la melodía de la palabra “libre” cuyo color parecía brillar más.

En el momento en que Qasim terminó de escribir la expresión, la tiza se rompió y abrió un agujero en la pizarra, un agujero muy atractivo para la curiosidad de Qasim, de siete años y cubierto del polvo del suelo del aula y el pijama de Bob Esponja que habría traído a la escuela.

Qasim miró por la pequeña abertura para ver muchos niños en otra clase jugando y cantando “Soy sirio, qué suerte. Siria libre, libre. Bashar fuera, fuera”.

Qasim respiró hondo y uno de los niños al otro lado, lo oyó.

“¿Quién eres?”, dijo el niño.

“Soy Qasim, ¿y tú?” dijo Qasim.

“Me llamo Hamza” -dijo- “y tengo todos estos años”. Extendió su mano en la cara de Qasim.

“Tengo envidia. No tengo amigos con los que jugar y no voy al colegio”, se quejó Qasim con una voz tan triste que acongojaba.

“Yo tampoco voy ya al colegio, sino que vivo en él con toda mi familia y mis vecinos”.

“¿Por qué vivís en el colegio?”, preguntó Qasem olvidando y haciendo que olvidaba que él también vivía en un colegio.

“Porque tenemos una revolución y hay muchos misiles fuera”. “No podemos salir”.

“¿En serio? Nosotros también”. Qasim sonrió por su similar situación durante un instante a pesar de la tristeza de la realidad que acababa de verbalizar.

En esos momentos, la madre de Qasim comenzó a hablar de pactos, alto el fuego y otras cosas que Qasim no comprendió, para terminar con: “Venga, vamos a casa”.

“Pero, mamá, hay misiles en la calle”.

“No cariño, ya no”.

En ese momento se oyó  el sonido aterrador de un misil, que sonaba como si hubiera devorado el cielo durante el vuelo, pero Qasim se dio cuenta de que el ruido llegaba a través de la pared,  a través del pequeño agujero que lo separaba de sus amigos sirios.

Qasim hizo acopio de todas sus fuerzas e ideas y tejió una cuerda mágica con los colores del arco iris, todos los colores que habían visto sus ojos desde el momento en que nació y lo extendió a través del agujero.
“Hamza, trae a tus amigos, agarraos a la cuerda y venid conmigo. Aquí ya no hay guerra…”

Pero la madre de Qasim no prestó atención alguna a Qasim, ni al agujero, ni a la cuerda mágica, ni a Hamza, ni a los misiles al otro lado, y agarró a Qasim y se lo llevó a casa sin vacilar.

Las palabras se ahogaron en la garganta de Qasim y no supo qué decir más que la canción que había aprendido de su amigo sirio: “Siria libre, libre; Siria libre, libre”…

[1]Palestina, en árabe, se dice “Falastin”, pero las vocales cortas (las dos “aes”) no se escriben en árabe.
[2] En árabe, “la”
[3] Refrán árabe que enfatiza la importancia de rodearse bien de gente por encima del lugar donde se viva.
[4] Así se ha llamado a uno de los “voceros” del régimen sirio: Taleb Ibrahim, que ha pasado a ser “Tabl (Tambor) Ibrahim”.
[5] En árabe “Ia rabb”
[6] En árabe “Zaytun”.

Primer decreto de la República Siria

Desde Kafranbel...

"República Siria, Decreto número 1:
Se declara una amnistía general para todos los que apoyaron al régimen anterior
 siempre que sus manos no se hayan manchado de sangre 
y se les invita a participar en la construcción del Estado"
(Kafranbel liberada, 30/11/2012)

jueves, 29 de noviembre de 2012

Diario bajo los escombros inspirado en el bombardeo en Al-Ansari, barrio de Zabadiya en Alepo, y el bombardeo diario en toda Siria



Texto original: Facebook

Autor: Lama Khayer

Fecha: 29/11/2012


En Siria

  
“Corrimos para salvar lo que pudimos, para variar, después de que la bomba hubiera saciado su deseo de destrucción y cosecha de almas… Muchos, muchos cadáveres, oh Señor”.

Aquí hay una niña para la que no estaba escrito y un niño que sabe que siente que algo en él no está bien, pero no es consciente de que una tira de su piel o incluso un trozo de su cráneo ya no está en su sitio. Sin saber cómo dice: “Tío, por favor, tío… Por favor, tío…” al pobre que saltó para salvarlo.

Veo algo pero me siento paralítico, no sé que me ha pasado esta vez, ¿por qué no puedo ayudar?
Las voces suenan extrañas en mi cabeza esta vez, como si estuvieran más lejos y fueran más profundas.
“Chicos, venid, hay un niño aquí”, grita uno y otro desde allí grita: “Este… ¿Dónde tiene la cabeza? Dios es grande”.

Veo a esa mujer bajo los escombros luchando contra la muerte, conteniendo aún un hálito de vida. Me parece un jardín sin vida. A pesar de que sigue con vida, no puede levantar la cabeza ni miembro alguno de su cuerpo para llamar. Veo sus ojos parpadeando un poco bajo la profundidad de la ceniza y la destrucción. Dios mío, soy el único que puede verla, pero no puedo hacer nada, ¿qué pasa? ¿Qué, qué es esto? Uno de ellos se acerca a mi rostro y me mira de cerca, con una extrañeza que no comprendo, y grita tan alto que me asusta: “Este está vivo, chicos, aún vive. Venid a sacarlo”.

martes, 27 de noviembre de 2012

Sobre los "Ghandis"



Yassin al-Hajj habla así de la lógica de algunos sectores en su perfil de Facebook  

Parece que mis palabras sobre los Ghandis han tocado la fibra de algunos amigos, pero quiero comprender su lógica: si no se hubieran tomado las armas toda esta gente no habría sido asesinada y no se habría producido tanta destrucción. Ahora, si el régimen no ha cesado de matar en ningún momento, ¿por qué la carga de las víctimas y la destrucción recae sobre la revolución y la resistencia armada? ¿Quién ha utilizado los aviones de combate, los barriles explosivos y los bombardeos con artillería pesada, quién ha irrumpido en los barrios y municipios con los tanques después de cercarlos y bombardearlos durante varios días y quién ha quemado las casas y pertenencias de la gente?

Es como si consideraran que el régimen “se ha visto obligado” a enfrentarse a los que se levantaron contra él con fuerza y violencia y que su violencia es “natural” o nace de forma “natural”, algo que sabemos y por lo que no debemos sorprendernos, sino que debemos esperarnos la gran violencia “natural” del régimen. La revolución, por su parte, ha elegido con total libertad enfrentarse a esta fuerza “natural”.

Pero, ¿no es precisamente al revés? ¿Acaso el régimen no es quién ha elegido enfrentarse como en una guerra desde el principio y que los revolucionarios, incomparablemente más débiles, son quienes se han visto obligados a enfrentarse a él en sus plazas? Además, si la fuerza del régimen es “natural” y nace de él como nace el agua de una fuente, ¿no hace del hecho de deshacerse de él un deber mucho más perentorio?

Además, apoyándose en esta misma lógica habría sido mejor que la revolución no hubiera sucedido en primer lugar, estábamos tranquilos y bien, íbamos a los restaurantes y volvíamos tarde de noche a nuestras casas. Y “naturalmente” cuando nos manifestamos contra este régimen que nos ha asegurado estas cosas, es “natural” que no nos confronte con rosas y es “natural” que se defienda. Y “naturalmente” sabemos que es dictatorial, así que es “natural” que se enfrente con fuerza a los que le disputan el poder. El régimen se ha visto obligado, nosotros elegimos, ¡o tal vez seamos nosotros los que atacamos!

Esta es la lógica de nuestros amigos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Comunicado sobre el Frente de al-Nusra

Texto original: Facebook 

Autor: Coalición de la Izquierda Siria

Fecha: 25/11/2012

Coalición de la Izquierda Siria


Los medios han hecho circular durante la semana pasada textos de comunicados y contra-comunicados de grupos armados en Siria en relación al anuncio de algunos de estos grupos, concretamente el dudoso Frente de al-Nusra, del establecimiento de un Estado islámico en Siria.

La Coalición de la Izquierda Siria es consciente de que este tipo de fuerzas fascistas no podrán imponer sus sospechosas agendas, ligadas a fuerzas retrógradas conocidas en el exterior, sobre la revolución de nuestro pueblo, y condena esta deformación de nuestra revolución y el menosprecio a la sangre de decenas de miles de víctimas. También anuncia su intranquilidad frente a algunos comunicados posteriores que han sido emitidos por grupos armados que gozan de las mismas características y que son igualmente condenables por tener las mismas orientaciones y tener agendas exteriores idénticas, incluso aunque hayan anunciado su rechazo a lo dicho en el comunicado arriba indicado, puesto que no podemos apoyarnos en comunicados y contra-comunicados emitidos por las fuerzas del islam político que intentan pasar por alto los objetivos de la revolución.


El aferrarse a los objetivos de la revolución que se materializan en el derrocamiento de la mafia fascista gobernante y la construcción de una Siria que sea una nación libre de toda dependencia y cuyos hijos e hijas participen en la construcción de su futuro con libertad, exige enfrentarse a toda dictadura que las fuerzas neofascistas intenten imponer y levantar un necesario cerco a esas fuerzas, trantando con ellas exactamente igual que con el régimen fascista, para acabar con ellas del todo.

Este frente, debido a su buen armamento y el apoyo que recibe de grupos takfiríes, ha logrado atraer a algunos jóvenes revolucionarios que creen en la acción militar para deshacerse del régimen. A esos no los criticamos aquí, pues no se han unido a ese grupo más que por el hecho de que tiene armas, y forman parte de la revolución para derrocar al régimen.

El pueblo que ha acabado con el poderíodel régimen fasista, ha derribado el muero del miedo y se ha liberado de las cadenas de la dictadura, ofreciendo decenas de miles de víctimas al altar de la libertad y la justicia, no permitirá a nadie, bajo ningún lem, que le robe su revolución o que la desvíe de sus objetivos. No se le permitirá a ningún otro fascismo, sea religioso o no, que se erija como déspota. Todos verán que el futuro de Siria no lo construirán más que los héroes de las calles y plazas que se han liberado de todas las agendas sospechsas y las dependencias del exterior.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Desde Alepo a Gaza



Texto original: Al-Quds al-Arabi 

Autor: Elías Khoury

Fecha: 19/11/2012



No sé cuál es la filosofía de los nombres que Israel pone a sus guerras. ¿Hay un aparato especial que se encarga de escogerlos o son meras coincidencias? Desde las “Uvas de la Ira” en Líbano a la “Columna de Nube” en Gaza (y muchos otros), parece que hay una constante insistencia en mezclar la imaginación frustrada con la delincuencia cruenta y que el Ejército de Defensa siempre intenta cubrir el crimen con literatura.

En la guerra de julio de 2006 los líderes israelíes olvidaron poner nombre a su guerra porque pensaron que sería un paseo de aviones sobre Líbano, pero se dieron cuenta del error en su guerra sobre Gaza en 2008-2009 y escogieron un nombre deficiente que nacía de una falta de imaginación. El “Plomo Fundido” fue un desastre político y ético para Israel, que hoy quema Gaza bajo el poético nombre de “Pilar Defensivo”, como si la nube, al convertirse en pilar, cubriese el fuego con el agua de las palabras.

Al margen del nombre que intenta tapar los hechos, Israel, cuando se acercan sus elecciones, ha entrado en una guerra más parecida a una encuesta con fuego sobre los cambios que lo rodean, para poner tempranos límites al efecto que las revoluciones árabes puedan ejercer sobre la lucha en Palestina. La simultaneidad entre la ignición del sur palestino en Gaza y la ignición en el norte de Siria indica que el destino del Oriente árabe está delimitado por el arco que dibuja el Bilad al-Sham mientras se libera de la dictadura en Siria, y se conforma al ritmo de los nuevos equilibrios de fuerzas cuyos primeros rasgos han comenzado a perfilarse en Egipto.

Es pronto para sacar conclusiones precipitadas, pero la primera lectura de la guerra de la “Columna de Nube” indica que ambas partes en la lucha intentan dibujar las reglas del juego de nuevo. Los israelíes quieren hacer comprender a los egipcios y al islam político emergente que las reglas fijadas en Camp David no pueden cambiarse. Hamás, y con él la corriente islámica, quiere imponer nuevas reglas, comenzando por el rechazo a la situación actual que supone la podredumbre de los palestinos y árabes, siguiendo por el rediseño de los rasgos de los equilibrios internos palestinos, terminando con la recuperación de Egipto de la capacidad de decisión sobre la guerra y la paz.

Partiendo de esto, la guerra de Gaza toma varios caminos: negociaciones desde el primer día que dirigen los egipcios, la sugerencia de una destrucción terrestre a la que podría recurrir Israel para llevar a la guerra a un punto cuyos resultados cree que Egipto con su actual liderazgo de los Hermanos Musulmanes no podría soportar. La importancia del actual enfrentamiento es que dibuja el futuro de la región, expresado en la llegada del Primer Ministro turco a Egipto, su anuncio de la importancia de la alianza turco-egipcia y su insistencia en la implicación turca que sigue estando poco clara y difusa.

La resistencia, por medio de su perseverancia y capacidad de rechazo, ha logrado imponer una nueva agenda capacitada para dar la vuelta al concepto del eje moderado acuñado en la etapa de Hosni Mubarak con su alianza con Arabia Saudí y que buscaba marginalizar la lucha árabe-israelí y cambiarla por la prioridad de la lucha contra Irán. Ello dio rienda suelta a Israel en Palestina y destrozó la capacidad del mundo árabe de decidir su destino. En la práctica provocó que la cuestión palestina quedara unida al llamado eje de rechazo y resistencia.

Sean cuales sean los resultados de la guerra, no salvará a Israel de su injerencia ocupante y descubrirá que el exceso de fuerza sionista no puede lograr una victoria contra un pueblo que ha decidido resistir.

¿Qué tiene que ver el norte sirio insurrecto contra la dictadura con lo que sucede en el sur de Palestina? Naturalmente hay una relación existencial entre la sangre palestina y la sangre siria, desde el campamento de Yarmuk a los campamentos de Gaza. Pero también hay algo más, pues que los sirios recuperen su libertad acabará con la posibilidad de que la calma en el Golán continúe, y que la liberación del mismo es parte de la lucha de los palestinos y los sirios contra la ocupación. Una vez más, descubrimos el acierto del argumento de la revolución palestina cuando comenzó en 1965, pues Palestina es la brújula árabe y la libertad de las sociedades árabes es el camino a Palestina.

No quiero hacerme ilusiones con que la nueva situación árabe ha quedado dibujada, pues el Oriente árabe aún se encuentra al comienzo del nuevo camino que comenzaron las revoluciones árabes y que está plagado de obstáculos, pero tampoco quiero disminuir la importancia de las señales que envían los enfrentamientos en Gaza hoy. Estas señales dicen que una nueva página de la lucha contra la ocupación es posible, una página que no tiene nada que ver con el tiempo oscuro resultante de las ilusiones de hacer pactos con el ocupante, que no se sacia con la sangre de sus víctimas. Los rasgos de esta nueva página no se perfilarán hasta la caída del régimen de la dictadura en Siria y el aferramiento de la revolución egipcia a la ecuación política equilibrada interiormente. Entonces, podrá conformarse un nuevo centro árabe que recupere el liderazgo y lo ponga donde debe, anunciando que el dicho mundo puede recuperar su capacidad de decisión.

El Bilad al-Sham es el escenario de esta guerra y en él se dibujan los rasgos de esta etapa. Los pueblos palestino y sirio son las víctimas y los héroes. En Gaza emerge la necesidad de un nuevo horizonte palestino que supere la ilusión que siguió a Oslo, la debilidad que llegó tras la derrota de la segunda Intifada y la destrucción resultado de la división palestina. En Siria se materializa el sentimiento de que la revolución debe tomar las riendas de su destino para acelerar la caída del régimen y reducir los efectos de la destrucción que ha dejado tras de sí el aparato asadiano de la muerte.

Ahora las cosas vuelven a su cauce, pues el ocupante se beneficia del dictador al que no le importa más que conservar su autoridad y el dictador se beneficia del ocupante para justificar su represión con las exigencias del enfrentamiento con el enemigo.

Dos máscaras que caen juntas en el sur y el norte. Los israelíes no han aprendido nada de sus guerras previas y se verán de nuevo incapaces de comprar la seguridad de su ocupación con sangre. Lo importante es que los palestinos sean conscientes de la nueva lección de Gaza, que tenga lugar el milagro de la unión cuya carencia se ha convertido en un escándalo político, y que Fatah se despierte de su letargo autoritario antes de que sea demasiado tarde. En cuanto al dictador, por mucho que mate y destruya se dirige hacia su caída, dejando tras de sí la memoria de la vergüenza y el crimen.