Blog dedicado a publicar traducciones al español de textos, vídeos e imágenes en árabe sobre la revolución siria.

El objetivo es dar a conocer al público hispanohablante al menos una parte del tan abundante material publicado en prensa y redes sociales sobre lo que actualmente acontece en Siria. Por lo tanto, se acepta y agradece enormemente la difusión y uso de su contenido siempre y cuando se cite la fuente.

viernes, 26 de julio de 2013

Reconstrucción

Texto original: Al-Jumhuriyya

Autora: Na'ila Mansur

Fecha: 25/07/2013



Tal y como hacen las organizaciones culturales internacionales que se preocupan por el patrimonio de las civilizaciones y culturas, incluido el “legado no material”, hemos de reconocer que “la quema del país”[1] se ha llevado por delante muchos aspectos no materiales que van más allá de lo relativo a la civilización en sentido estricto, y que incluyen el tejido social, familiar y económico. Pero entre aquello no material que arrasa y hace peligrar esta incesante e imparable quema, incendio silencioso, que se propaga poco a poco, pero con pasos firmes a lo largo de todo el “país” provoca la quema de la voluntad, la quema de la decisión y la quema de la visión de la mayoría de los sirios, especialmente los sirios de las zonas revolucionarias que fueron el soporte primero y más variado en el inicio de la revolución. La política de destrucción, empobrecimiento, expansión del hambre y bloqueo sistemático durante dos años, el caos en la revolución y la aparición de fuerzas extremistas que han comenzado a poner de manifiesto un peligroso nuevo fascismo; todo ello ha conformado un nuevo humor y un nuevo comportamiento entre la población cansada y desintegrada, que resiste bajo el bloqueo, o que ha tenido que desplazarse y ha perdido todos los puntos de referencia en su vida: es un comportamiento de reacción inmediata que busca satisfacer las necesidades egoístas básicas.

Al aumentar el dolor y las carencias, comparar el gran sufrimiento que está probablemente por venir con las carencias actuales es muy complicado, y prever las desgracias posteriores se vuelve imposible.

Solo he sacado a relucir todo esta paranoia sobre el humor de la gente a colación en relación con un tema concreto, que a su vez provoca una paranoia aún mayor: la reconstrucción.

Desde la perspectiva de un sirio que no sigue con detenimiento lo que sucede bajo cuerda en el juego de las fuerzas que lo representan y las que no, hay dos tipos de noticias que se repiten sobre la reconstrucción, pero que coinciden en una cosa: ambos se filtran sin hacer ruido, o al menos su eco mediático no es comparable al de la muerte y las armas. Hay por un lado anuncios oficiales del régimen y su gobierno que dicen que el primer ministro, Wael Halqi, ha decretado planificar la reconstrucción en todas las provincias:

“Según los planes de desarrollo, afirmó que el gobierno llevará a cabo con éxito el plan de reconstrucción en todas las provincias, de acuerdo con planes de desarrollo que cumplen todas las condiciones urbanísticas y medioambientales, y según unos cánones de construcción que se ajustan a las condiciones ambientales, geográficas y urbanísticas de cada zona. Además insistió en la necesidad de comenzar la rehabilitación y reconstrucción de las zonas que han destruido los grupos terroristas armados basándose en estudios de estructuración y planificación modernos, y en la necesidad de compensar a los ciudadanos afectados por estos actos terroristas y de habilitar redes de aguas residuales y de agua potable, y ofrecer más apoyo a los municipios”.

Pero los “ciudadanos más afectados”, y especialmente los que se encuentran cercados o que han tenido que desplazarse o directamente han huido no se encuentran entre las buenas intenciones del presidente del gobierno y su gobierno, dado el corte de las comunicaciones en sus zonas y la falta de suministro eléctrico que les impiden seguir a su primer ministro en la televisión. Por no decir que los trabajos de reconstrucción tardarán en llegar a sus zonas porque empezarán en las provincias de Tartús y Sweida, siempre según palabras del primer ministro.

Otras noticias más tímidas ,y que se comentan entre los pocos que están enterados, hablan de proyectos de los responsables del Organismo de Planificación del Desarrollo y la Reforma del Estado que animan a la realización de pequeños proyectos productivos en las zonas seguras. Sí, seguras. Finalmente, circulan rumores populares que aseguran, como si fuera una verdad empírica, que el gobierno ha firmado acuerdos y pactos de reconstrucción con empresas iraníes y rusas.

Desde la otra parte, la de la oposición política que representa la voluntad del pueblo revolucionario, las noticias que llegan a oídos de los ciudadanos son del tipo: “promesa de los Amigos del pueblo sirio de que se planificará la reconstrucción”, “reunión en Emiratos sobre la reconstrucción”, “hoja de ruta ‘el día después’ redactada por miembros de la Coalición Nacional, el Consejo Nacional Sirio y otras personas independientes, en la que se recoge su visión en colaboración con algunos organismos estadounidenses, sobre los mecanismos y principios del traspaso hacia el día después sirio”, ¿o el día sirio de después? ¿Qué va justo detrás de “día”?  Desde la restitución de la Ley, la Constitución, los Servicios y la Seguridad hasta la elaboración de políticas sociales y económicas nuevas, el documento tiene importantes puntos positivos, como la “participación en la elección”, “el principio de transparencia en la toma de decisiones”  o “el abogar por que se tengan en cuenta las necesidades de la sociedad y los ciudadanos incluso antes de la caída del régimen”. El único impedimento es ese ciudadano testarudo que no está de acuerdo con la participación, o que está sordo y no escucha las directrices en lo referente a su participación en la toma de decisiones, a pesar de la transparencia, y por encima de eso, un quisquilloso eremita que no dice cuáles son sus necesidades, a pesar de que los que toman las decisiones que lo representan quieren satisfacer dichas necesidades.

Mientras al inicio de la revolución algunos soñadores se hacían famosos por sus sueños, que sobrepasaban el Estado civil laico y plural para llegar a una democracia vanguardista y directa que superase a la democracia representativa, ahora persiguen soluciones alternativas de supervivencia, sin enterarse de lo que pasa a escondidas en lo referente a la reconstrucción. Mientras la gente de las zonas revolucionarias había sus peticiones y presentaba sus justificaciones para levantarse contra el poder establecido bajo lemas relacionados con “la venta del país”, “el pillaje de terrenos” y “la destrucción de la estructura del tejido local productivo/económico”, y por tanto la provocación de mutaciones sociales destructivas, mientras veían con descontento cómo Rami Makhlouf se hacía con sus tierras a cambio de precios simbólicos y las vendía a los extranjeros ricos por precios inimaginables, hoy parecen dispuestos a aceptar los centros comerciales y las altas torres (donde se apostan los francotiradores en nuestra guerra siria), y a aceptar la destrucción de sus estructuras productivas y urbanas tradicionales y locales a cambio de la ilusa esperanza de lograr un poco de vida digna. La gente comparte ahora la intuición de que apostar por la destrucción del país era apostar por la reconstrucción a favor de los peces gordos del mercado, y como indicio de ello, las zonas más afectadas son las zonas de construcción ilegal. Ellos lo aceptan como un destino de los sirios, que somos incapaces de enfrentarnos a las grandes apuestas regionales e internacionales: ese es nuestro destino desde el inicio de los tiempos.

La reconstrucción no es una cuestión meramente económica, eso lo sabemos. El peligro de los proyectos de reconstrucción no se limita a someterse a las agendas exteriores, a las presiones de los bancos internacionales y a la ausencia de derechos económicos y sociales a cambio de libertades generales… La reconstrucción sin participación absoluta va contra las esperanzas, los deseos y las necesidades de los sirios, y es, con toda sencillez, una traición a quienes han caído hasta ahora por la dignidad de los sirios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario